martes, 12 de enero de 2010

Preparando la puesta de largo de Isabelita

Ya hace algo más de un año que no escribía nada, no por falta de ganas ni de tiempo (que también) si no sobretodo por la enorme envidia que hay en este país. Me insultan continuamente personajillos de tres al cuarto, me llaman culo gordo y no se que cosas más, y todo esto es obvio que se debe a la envidia que tienen, que les corroe por dentro como si fuera vitriolo.

Yo empiezo este año 2010 con una gran energía, prácticamente seguro de aprobar finalmente las opos a notaría y poder instalarme en el que fue el escritorio de mi papá, empezar a trabajar para lo que me he estado preparando largamente, y poder encarrilar después mi vida personal y afectiva. No me faltan ofertas de chicas (sobretodo del Este de Europa, no se cual debe ser la razón) que me proponen continuamente matrimonio por correo electrónico. Pero mamá me dice que no tenga prisa, que hay muchas lagartas que no quieren a los hombres si no es por su dinero.

El próximo sábado asistiremos a la puesta de largo de Isabelita, la hija de Don Roque y Doña Elisenda, amigos de toda la vida de mis padres. Parece que fue ayer cuando fuimos al bautizo y ya tiene dieciocho añitos. Está hecha toda una señorita y justamente al ver la invitación me acordé del fin de semana que pasaron el verano pasado en la casa que tenemos en el Ampurdán. Me acuerdo de que yo estaba junto a la piscina leyendo el ABC pero no podía evitar mirar de reojo a Isabelita tomando el sol.

El caso es que no han reparado en gastos para organizar una ceremonia sencilla y emotiva en un hotel céntrico que no diré por lo de la envidia. Ya les contaré como fue la fiesta.

No se si desactivar los comentarios, estoy cansado y apenado de recibir tantos insultos. Si hubiera por lo menos una persona que me viera con simpatía..